Recordado por el clásico «(I Can’t Get No) Satisfaction» y por homenajes a Marvin Gaye, Solomon Burke y Sam Cooke, el disco también fue su puerta de entrada en Norteamérica.
El álbum Out of Our Heads cumple seis décadas. Se trata del tercer trabajo discográfico lanzado por la agrupación en Reino Unido y el cuarto lanzado en Estados Unidos. Ambos lanzamientos fueron pensados como versiones diferentes en cada territorio y por tal motivo tuvieron diferentes portadas y tracks.
Grabado en múltiples sesiones entre noviembre de 1964 y mayo de 1965 en los Chess Studios de Chicago, los RCA Studios de Hollywood y los Regent Sound de Londres, el álbum reflejó la energía incansable de la banda y su creciente control sobre su sonido. Fue una especie de híbrido: en parte tributo al blues, en parte expresión original, con Mick Jagger y Keith Richards comenzando a ejercitar su músculo compositivo con más confianza.
El disco tuvo su fuerza inicial proveniente de una sola canción: «(I Can’t Get No) Satisfaction». Lanzada semanas antes de la salida del LP se disparó al No. 1 en el Billboard Hot 100. Estuvo allí por cuatro semanas consecutivas, convirtiéndose no solo en un éxito sino en un himno, con un riff distorsionado que quedó grabado permanentemente en la historia del rock. Cuando llegó el álbum completo, siguió el mismo camino, desbancando a Beatles VI de The Beatles del primer puesto del Top LP de Billboard (150 puestos incluían este chart) y manteniéndose en la posición No. 1 durante tres semanas consecutivas.
El álbum Out of Our Heads, marcó un cambio en donde Richards y Jagger escribieron temas destacados como «The Last Time», «Play With Fire» y «The Spider and the Fly». Pero la banda también honró sus raíces con interpretaciones de «Hitch Hike» de Marvin Gaye, «Cry to Me» de Solomon Burke y «Good Times» de Sam Cooke.
La grabación contó con colaboradores influyentes, incluyendo a Phil Spector, quien tocó la guitarra en «Play With Fire», y al productor Andrew Loog Oldham, cuya visión transgresora ayudó a consolidar la identidad de los Stones como el antídoto rebelde a la dulzura de la Beatlemanía.
Out of Our Heads no solo presentó a The Rolling Stones en el escenario estadounidense; también redefinió los límites de lo que se entendía como un álbum de rock.