preloader
Loading ...
Entrevistas

Nach lanza disco con invitados como Eladio Carrión y Nanpa Básico, y explica su conexión con Colombia

  • Publicado septiembre 30, 2025
Nach lanza disco con invitados como Eladio Carrión y Nanpa Básico, y explica su conexión con Colombia
Cortesía: ONErpm

Considerado entre los máximos referentes del hip hop español, el rapero ha grabado con artistas de todo tipo de géneros y lugares. Juanes y Kany García forman parte de su larga lista de invitados.  

Con un selecto dream team de estrellas latinoamericanas e ibéricas, el rapero español Nach (Ignacio José Fornés) presentó días atrás su nuevo álbum Destino. El estadounidense – de ascendencia puertorriqueña – Eladio Carrión, quien participa en el corte del disco llamado “La Vida Se Va”, el colombiano Nanpa Básico y el también español, quien actualmente es uno de los mayores pesos pesados del pop de su país, Manuel Carrasco. 

Un disco con buena gente, un disco con buenas canciones, un disco con buenas frases – a las que Nach – ha acostumbrado a sus fanáticos a lo largo de su carrera. “Yo tengo amor para el que triunfa y para el desgraciao, y para el que no elige vivir como un asalariado”, canta en “One Love”; mientras que en “Mi Ciudad” – acompañado por el argentino Trueno – remarca: “hago rap para niños perdidos que aquí ven un faro encendido”.

La música se siente épica. Hay un piano y lo que parece ser un conjunto de violines – o algún sintetizador que busca este efecto. Más adelante en nuestra entrevista Nach remarcará que es admirador de todo “lo que lleva a muchos lugares diferentes, a través de los instrumentos que son atemporales, y están cómo impregnados en nosotros”. Una de sus canciones más famosas también ha aprovechado este recurso, “Efectos Vocales” (2008), un clásico donde el artista a lo largo de tres estrofas arma frases solo utilizando las vocales A, O y E, respectivamente. Parece que la épica, por lo menos a veces, tiene que estar en todas partes. 

Si bien Nach jamás ha necesitado colaboraciones para destacarse, en su apertura mental a la hora de escoger invitados tan disímiles como Juanes (“Pasarán), Kany García (“IN MEMORIAM”) o Micro TDH (“Corazón”), está parte de su magia. Esa que le ha permitido, tanto explorar tendencias diferentes y dejarse nutrir de sus invitados, como lograr que su inconfundible voz resalte aún más en medio de este tipo de contrastes. 

En su paso por Billboard Colombia, le preguntamos acerca de su nuevo disco Destino, pero también aprovechamos para preguntarle sobre su relación con nuestro país, dado que es uno de los lugares del continente donde más lo quieren y donde más pendientes han estado de su trabajo. También, por su relación con artistas nacionales como Nanpa Básico, quien aparece en su nuevo disco pero ya había grabado con él dos años atrás.

¡Qué lindo álbum “Destino”! Un disco con letras impecables y colaboraciones diversas como Nanpa Básico, Trueno, Akapellah, lo que es un detalle que ha caracterizado tu trabajo. ¿Cómo fuiste seleccionando a estos invitados?

Fue un proceso, de conocerlos a través de mis viajes, de redes sociales, a través de conciertos, a través de coincidir. ¿No? Por ejemplo, a Manuel Carrasco [otro de los invitados, uno de los mayores referentes contemporáneos españoles de pop] lo conocí en el estudio donde grabé mi anterior disco. Al final, vas creando un poco en tu cabeza la idea de quienes pueden formar parte de tu universo. Me apetecía mucho que hubiera colores diferentes.  

He viajado mucho a Latinoamérica y he estado en contacto con artistas de allí. Como que había mucho amor y mucho respeto mucho, y eso tenía que traducirse también en hacer canciones. Siempre desde la base de que yo intentaba llevarlos a mi mundo y que, a partir de allí, ellos lo apoyarán. 

Ha sido un reto hacer algunas canciones, porque, por ejemplo, la de Eladio [Carrión], la trabajamos para que además de emotividad tuviera esa garra. La de Manuel Carrasco también llevó su trabajo. Pero esos retos a mí me gustan mucho, porque puedo unir artistas muy diferentes y eso es algo muy bonito de hacer. Al final todo ha surgido natural y quería abrirme, no solo hacia otros géneros, sino también países y otras generaciones. Sabía que sí lo conseguía, el resultado iba a ser muy interesante… y creo que así ha sido. 

Parece haber un componente muy filosófico en la forma en que has elegido tus colaboraciones, a lo largo de tu carrera, y que incluso hay cierto tipo de artistas que no invitas, por ejemplo los de reggaetón. No tanto porque tengas algo en contra de ellos, sino porque tal vez tengas un ideal de cómo tendría que ser la música que es completamente diferente.

Sí, además, creo que estos artistas que invito tienen un alma muy determinada, una manera de expresarse que a mí me llega, solo me fijo en eso. El reggaetón no es que lo odie, pero a lo mejor no me llega tanto su mensaje y algunos de estos otros artistas por ahí entran un poquito más en mi filosofía y tenían que estar dentro de mi álbum.  

Tampoco me he planteado mucho más que el hecho de escuchar un artista, sentir cosas, pensar que me gustaría que estuviera en mi álbum y, a partir de ahí, trabajar para ver si eso sucede. Y el hecho de intentarlo es algo que me motivaba mucho, así que están ahí por esa razón, básicamente, porque me han aportado algo en algún momento y es un honor que hayan aparecido en mi disco.

Sueles referirte a tu público como “niños”. Incluso en la canción “Destino” hay una frase que dice que haces rap para niños perdidos. ¿Es acaso una forma de invitarlos a conectar con su niño interior? 

No creo que trate a mis fanáticos como niños, en ningún sentido, pero sí creo que muchos de los que eran niños cuando comenzaron a escuchar mi música y estaban perdidos, encontraron en mi música como un faro. O eso me han dejado saber a mí. 

Creo también que cuando eres un niño y escuchas determinado tipo de música, y te estás formando como ser humano, determinados mensajes te ayudan a moldearte de una manera determinada. Eso me parece muy interesante con la música y creo que también hay una responsabilidad ahí.  

Además, creo que yo sigo siendo muy niño en ese sentido y sobre todo a la hora de crear: cuando somos niños exploramos y cuando somos adultos explotamos aquello que hemos explorado. Y yo sigo mucho en esa fase de exploración, por eso creo que sigo estando muy cerca de ser niño… y no lo quiero perder. Si puedo seguir siendo un niño y tratando a los que me escuchan como niños, yo creo que es algo muy bueno y muy bonito de hacer.  

Además de Nanpa Básico, también participaste en una canción del rapero bogotano Ali Aka Mind y hace años hiciste una canción preciosa con Juanes llamada “Pasarán”. ¿Cómo es tu relación con Colombia y, en particular, con los artistas colombianos?

Colombia es uno de esos lugares que adoro, en el sentido de que siempre me he sentido muy como en casa allí. Creo que hay un saber estar, una educación, un afecto que se muestra de una manera como muy libre, que a mí eso siempre me ha llegado muy hondo. Siempre he sido muy bien recibido en Colombia y es curioso, porque creo que es el país donde más artistas conocen mi música. Desde gente del mundo del reggaetón, que está muy arriba, hasta quienes vienen del underground.  

Siempre me he sentido muy querido y me gustaría seguir colaborando con artistas de allí, y seguir viendo qué sucede en ese sentido. Lo único que puedo decir es que me he sentido muy agradecido con Colombia y también con otros países como México o Chile. Pero allá siempre ha habido algo como muy especial y ha venido mucha gente a mis conciertos, me han parado en la calle con un amor… que – al principio – yo no sabía muy bien cómo gestionar. Me pillaba muy lejos de casa, pero, al mismo tiempo, me hacía sentir muy cerca de casa.  

Estoy muy agradecido a muchos niveles, también tengo amigos aquí [en España] que son colombianos y siempre que veo a alguien de allá como que me alegro, supongo que es algo natural, como que hay una hermandad. 

Es una cualidad muy propia de los latinos, esa forma de mostrar afecto. ¿Eres ese tipo de persona afectuosa o sueles ser un poco parco y te cuesta conectar de esta manera?

Yo creo que soy una persona muy afectuosa, en ese sentido. Es cierto que vengo de una educación donde la gente expresaba menos sus emociones, pero la persona que yo he intentado ser es como muy afectuosa. Por ejemplo, si alguien me abre los brazos, yo los abro enseguida, aunque no lo conozca y eso es algo que me ha traído más alegrías que desgracias. Me alegro de ser así.  

Sobre todo, porque más allá de lo que haga cada uno o consiga en la vida, somos todos iguales. Yo me encuentro a cualquier persona, en cualquier lugar que me llega con amor y le doy amor de vuelta, porque no hay nada más bonito que ese encuentro entre dos seres humanos. Y, a partir de ahí, compartir y compartirse. 

Muchos fanáticos tuyos entraron a tu proyecto por canciones como “Efectos Vocales”, que tiene un recurso que utilizas mucho, que son las pistas que suenan como cinematográficas. ¿Por qué suenan tan grandilocuentes? ¿Cómo las trabajas?

Siempre he sido un artista al que le ha gustado mucho lo épico, lo cinematográfico, lo orquestal. Lo que lleva a muchos lugares diferentes a través de los instrumentos que son atemporales y están como impregnados en nosotros, porque venimos de siglos y siglos donde esos instrumentos hay creado música [violines, contrabajos, etc.]. Y eso siempre me ha gustado, también, a nivel de frases, intento que generen una imagen. A mí me pasa y creo que es muy fácil que la gente viaje a través del mensaje de esas imágenes que intento organizar con palabras. 

Creo que esa épica está en mí y que al mismo tiempo de generar instrumentales o trabajar mis letras… por ejemplo, yo trabajo mis letras, yo no sé si el resto lo hace así. Pero yo genero mi bloc de notas, cuando se me ocurre una idea, y cuando voy al estudio ya he tenido como semanas y meses, para que esa materia prima esté ahí. Para que no tenga que ir al estudio pensando en que ahí se me tiene que ocurrir todo, de repente. Para, a partir de ahí, ir grabando trozo a trozo, dándole forma. 

Antes escribía la letra entera y al entrar al estudio grababa todo del tirón, ahora voy grabando parte por parte, y si no me gusta cómo queda voy cambiando alguna parte, alguna entonación. Es como mucho más dinámico, la manera en que he trabajado este disco y lo he disfrutado mucho. Ahora juego mucho más con esa materia prima que ya traigo. 

Eres una aspiradora de influencias. En tus canciones aparecen Black Sabbath, Ennio Morricone, Arturo Pérez-Reverte, ¿cómo es que estos referentes, de diferentes tipos de arte, terminan nutriendo tu música? 

No sé, supongo que soy una persona a la que le gusta el arte, en muchas facetas. Siempre que haya verdad y que alguien me esté contando algo interesante, lo hago participe de mi vida y, luego, supongo que me vienen a la cabeza esos personajes, esos momentos y los plasmo. Siempre he sido una persona abierta, ten en cuenta que yo me crie con siete hermanos mayores y cada uno escuchaba un tipo de música diferente, cuando yo era un niño. Así que tuve una cultura musical, sin darme cuenta, brutal. 

Creo también que siempre he sido alguien bastante ecléctico y siempre ha habido muchas influencias, ya no solo sobre la música. Sino con el arte, el cine, la poesía, etcétera. Entonces creo que todo eso es aprendizaje, sabiduría, es crecer como persona. Siempre estoy intentando empaparme de cosas que me hagan sentir, porque me acerca un poco más a la vida. 

Entre los invitados de tu nuevo disco mencionaste a Manuel Carrasco. Un artista excepcional, quien ahora es uno de los máximos referentes del pop español, y que seguramente puede ayudar a que tu mensaje llegue a otro tipo de públicos. ¿Pero cómo lo han tomado tus seguidores?

Lo toman muy bien o, por lo menos, el feedback que me ha llegado hasta este momento es ese. Porque, a lo mejor, lo que esperaba la gente era que yo hiciera flamenco pop o algo así, que me metiera en su universo, y creo que me lo he traído al mío de una manera muy pura y muy emocionante. Es un gran artista, compone sus propias canciones y tiene un talento increíble. Una voz increíble.  

Quería que saliera en mi disco y sentir esa emoción en una canción mía. Para mí es un orgullo que haya salido y la gente se lo ha tomado muy bien, incluso la gente más rapper y tal me decía como “¡ostia! El tema de Manuel Carrasco…”. Y yo era cómo: “a ver qué me dicen”. Gusta mucho tío, y en redes sociales también lo ves. 

Supongo que a otra gente le llegará menos, lo que es cuestión de gustos, pero yo estoy muy feliz de que el haya estado y creo que funciona a la perfección. No tanto a nivel mercantilista, sino que creo que se transmite una emoción muy bestia. Y eso es algo que agradezco, sinceramente. 

También has escrito poesía y alguna vez dijiste algo así como que la diferencia entre las canciones y los poemas tiene que ver con que estos últimos son como si estuvieras hablando contra vos mismo. Pero seguramente, al igual que con las canciones, has notado que miles de fanáticos también conectan con estos escritos.  

Sí, yo creo que ese proceso de que la gente conecte sigue sucediendo, a pesar de que los libros hayan salido hace algunos años. Me sigo encontrando gente en redes sociales, en internet o, por la calle, que de repente ha conectado con mi poesía, etcétera; que les ha contado algo. 

Los libros cuentan algo muy puro de mí y algo muy desnudo de mí, y creo que cualquier persona que me conozca, a través de la música, va a conocerme incluso mejor si sabe leer entre las líneas de esos poemas que he escrito. ¿No? Esos dos libros de poesía que he escrito me han venido muy bien a nivel mental, como terapia, a nivel de reordenar mi cabeza. Mucho huracán que había aquí dentro, donde había que poner orden.  

Incluso conocerme mejor, sobre muchas cosas que yo no sabía que estaban en mí, que estaban así y que a través de escribirlo en un poema, me habían contado cosas sobre mí que yo ni sabía. Entonces me parece superinteresante y por eso animo a la gente a escribir, como terapia y como forma de conocerte a ti mismo. A mí me ha servido muchísimo. 

¿Qué te afecta, qué te conflictúa o qué te genera este huracán en la cabeza? Porque en tus letras siempre das la impresión de ser un tipo muy centrado, con los pensamientos muy claros, una máquina de tirar frases célebres… 

No me afecta absolutamente nada (sonríe). Obviamente hay cosas con las que tengo conflicto y supongo que, en la música, siempre tengo esa incertidumbre de qué va a pasar en el futuro y el miedo al vacío si dejo de hacer música o de no tener un propósito claro para levantarme por la mañana. Así que siempre estoy buscando otros hobbies o cosas con las que alimentarme. 

A mí me preocupa enfermar, de una manera que pueda ser irreversible y que no pueda hacer mucho al respecto, y me decepciona, me entristecen muchas cosas que están sucediendo a nivel global en este planeta. Creo que no miramos la historia, que no aprendemos de muchos ciclos que ya ocurrieron en el pasado y que no se tomaron las medidas adecuadas en el momento adecuado. Los países se están volviendo a rearmar, a nivel militar, y estamos volviendo a ese patriarcado que ya creíamos que habíamos dejado atrás. A las minorías se las está mirando nuevamente con recelo, de una forma muy simplista y sin profundizar en cada caso, en cada persona en particular.  

Todo este tipo de cosas me entristecen, porque si miramos un poquito la historia podemos aprender de eso. Así que a mí me genera conflicto, a nivel personal y a nivel general el tener muchas posibilidades para encontrar afectos, pero no saber ordenarlos para que podamos encontrar calma dentro de ese afecto y dirigirlo a una vida más tranquila, cuando mi vida a nivel musical es como muy loca. ¿No? El trabajo que hago me hace viajar mucho y tener la mente muy hiperactiva, y estar en muchos lugares a la vez. Eso afecta a mis afectos (risas). 

En estos momentos que es fácil volverse pesimista respecto al rumbo del mundo, ¿qué se puede hacer? 

Ser catastrofista está en nuestros genes, ADN y es una manera en la que nuestro cerebro intenta sobrevivir, que nos protege. Yo no creo que haya que centrarse tanto en esa parte, porque también hay muchas cosas en las que estamos avanzando y en las que estamos evolucionando, y que no están tan mal. Se trata un poco de aceptar que los seres humanos somos así y que en los medios de comunicación, por ejemplo, el titular que más tenga este estilo es el que va a tener más atención. 

Luego aparece también el miedo a la incertidumbre, que es algo que no conocemos bien y que está comenzando a aparecer como la inteligencia artificial, que es algo tan poderoso, que puede tener como muchos peligros también. Se nos va a atrofiar el cerebro al dejar de pensar, de investigar, al dejar que una máquina piense por nosotros. Son muchas las incertidumbres y es normal ese pensamiento catastrofista, pero creo que hay muchas cosas buenas que también pueden venir con eso.  

En el sentido de que seamos responsables de mover esa máquina y no acomodarnos, que no todo sea como esa silla eléctrica que nos lleva de un lado a otro, sino nosotros también hacer el esfuerzo por mejorar las cosas a nivel de nuestro pequeño entorno, para que la onda expansiva se pueda hacer mayor. El mejor arma que tenemos en una sociedad catastrofista es intentar dar un poquito más de amor alrededor y tener empatía con lo que sucede. Eso ya es suficiente, muchas veces se nos pide mucho y a los artistas también se nos pide que seamos perfectos, estandartes de muchas luchas, y al final los seres humanos abarcamos lo que podemos. Cada uno, con lo que podemos. 

Foto del avatar
Written By
Pablito Wilson