En solo el segundo semestre de 2025, los shows movilizaron millones de dólares, impulsaron turismo y fortalecieron la economía local, de acuerdo a información oficial.
Durante su primer año – y en menos de un semestre, ya que el primer concierto oficial se realizó a fines de agosto de 2025 –, Vive Claro Distrito Cultural (VCDC) logró posicionarse como uno de los principales escenarios de Bogotá. No solo porque en pocos meses se convirtió en un símbolo de música, cultura y entretenimiento al aire libre; sino por su carácter de escenario de grandes proporciones que puede albergar hasta 65.000 personas, lo que lo convierte en el recinto instalado de mayor aforo en el país, de acuerdo a información oficial recientemente difundida por la empresa.
Sin embargo, más allá de la experiencia musical, el verdadero protagonista fue el impacto económico. Los seis conciertos que marcaron el año 2025 — Green Day, Guns N’ Roses, Imagine Dragons, Linkin Park, Shakira y Blessd — no solo hicieron vibrar a Bogotá, sino que también dejaron una huella económica de gran magnitud. Gracias a estos espectáculos se generaron más de 46.000 empleos, entre directos e indirectos, y se aportaron más de 27.000 millones de pesos en impuestos. El turismo también se vio impulsado, con un aporte superior a los 65.000 millones de pesos.
En este sentido, VCDC se ha convertido en un auténtico catalizador de desarrollo para Bogotá, en especial hacia los residentes de Teusaquillo y para poblaciones vulnerables (mientras que los emprendimientos locales encuentran aquí un escenario para crecer). Asimismo, el recinto contribuye al sostenimiento de la Beneficencia de Cundinamarca mediante un canon contractual que respalda hogares donde se atiende a 1.100 adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad o abandono.
Basta con mirar las cifras: un solo concierto, el de Shakira, movilizó más de 17 millones de dólares en la economía de la capital, según datos oficiales. La música, en este espacio, no solo emociona: dinamiza la ciudad y la conecta con nuevas oportunidades.
Dicho impacto, incluso, trascendió fronteras. En este primer semestre de existencia, el 10% de los asistentes a los conciertos llegó desde fuera de Colombia, mientras que un 26% viajó desde otras ciudades distintas a Bogotá. Entre los conciertos con mayor presencia internacional destacaron los de Shakira, Linkin Park y Green Day; y los que más movilizaron público colombiano fuera de la capital fueron los de Shakira, Imagine Dragons y Green Day.
De este modo, tras su primer año de vida, Vive Claro Distrito Cultural se consolida como un escenario versátil y multiformato, capaz de albergar conciertos de rock con más de 40 mil asistentes y transformarse – en cuestión de horas – en parque temático, feria gastronómica o espacio corporativo. Se trata de un proyecto con una visión muy clara, que busca ofrecer a Bogotá un lugar seguro, sostenible y emocionante, donde miles de personas continúen compartiendo juntos sus grandes momentos.
El impacto del Vive Claro no solo es económico, sino ambiental
En el ámbito de la sostenibilidad, la música no solo es capaz de transformar emociones, sino territorios. Este recinto, ha demostrado que puede ser mucho más que un escenario: puede convertirse en un motor de biodiversidad, circularidad y convivencia responsable con la ciudad.
Para comenzar, desde su apertura, VCDC implementó seis pondajes ecológicos — estanques artificiales diseñados para revitalizar el entorno —, que en pocos meses ya arrojaron sus primeros resultados. La diversidad de aves pasó de 36 a 45 especies, la flora nativa se multiplicó de 15 a más de 55 especies y el arbolado creció de 302 a 1.286 individuos, con un plan en marcha para alcanzar cerca de 2.000 árboles y jardines de polinizadores. Este compromiso se fortalece con la creación de protocolos ambientales que incluyen el uso responsable de efectos especiales, reglas de audio, cuidado de fauna y flora, manejo de residuos, ahorro de agua y energía, y control de emisiones.
A su vez, la gestión de residuos se ha convertido en otro de los pilares. En promedio, siete conciertos han generado 54.309 kilogramos de residuos sólidos, de los cuales el 39% son aprovechables, el 31% orgánicos coprocesables, el 19% madera y el 11% orgánicos convencionales. Estas cifras reflejan un esfuerzo por fomentar la circularidad y por establecer alianzas con entidades que garantizan un manejo certificado y responsable.
El informe también evidencia que Vive Claro también es pionero en Colombia con un plan integral de manejo de ruido, respaldado en más de 20 medidas de mitigación acústica, modelaciones especializadas y monitoreo continuo. Gracias a estas acciones, las barreras acústicas implementadas reducen hasta 20.7 decibeles en bajas frecuencias y cerca de 14 decibelios ponderados (ajusta los niveles de presión sonora), hacia zonas sensibles como Salitre El Greco y hospitales cercanos.
Por último, el componente social es quizá el más innovador, ya que VCDC es el primer recinto privado en Colombia con participación social incidente y documentada. Incluso, desde antes de su apertura ya se estaban realizando socializaciones permanentes que derivaron en acuerdos concretos: instalación de cámaras de vigilancia, integración de vecinos en la programación cultural, ajustes al diseño paisajístico con insumos ciudadanos y definición de un límite anual de eventos.
En total, más de 250.000 fanáticos se reunieron en Vive Claro, durante 2025, confirmando que la música no solo emociona, sino que también transforma la economía y conecta culturas.
Para el próximo año, Vive Claro Distrito Cultural busca reafirmar su compromiso con la capital del país, al abrir, junto a una reconocida tienda de deportes francesa, nuevos espacios que invitan al bienestar y la actividad física. Desde comienzos de enero, el recinto se transformará en un gran parque deportivo con pista atlética, gimnasio al aire libre, salas de yoga y canchas de fútbol, diseñado para que toda la ciudad lo disfrute más allá de los conciertos.
Paralelamente, el distrito cultural tiene en la mira grandes bandas internacionales que por primera vez en 2026 pisarán suelo colombiano, consolidando a Vive Claro como el lugar donde la música y la cultura continúan escribiendo historia.
