Cynthia Erivo sobre ser queer: ‘Cuanto más seas tú mismo, mejor te comprenderán’
- Published junio 3, 2025

Con su papel protagónico en Wicked, la multifacética artista se convirtió en toda una estrella, y en su nuevo álbum de estudio, I Forgive You, le cuenta al mundo quién realmente es.
Hubo un tiempo en que Cynthia Erivo podía patinar en paz por la ciudad en su scooter Razor. “¡No te rías!”, dice mientras recuerda con cariño aquellos días tranquilos, sentada en un acogedor loft sobre un cavernoso estudio en Los Ángeles. “¡Llevo años haciéndolo!”.
Ya fuera maniobrando entre las concurridas calles de Nueva York o desplazándose desde su casa en Los Ángeles a un estudio cercano para grabar trabajos de doblaje, su confiable patinete era su modo de transporte preferido. Pero incluso hace una década, le advirtieron que su pasatiempo no sería sostenible con la vida que estaba construyendo. “[El director] John Doyle me dijo: ‘Cynthia, no vas a poder hacer eso por mucho más tiempo’”, recuerda. “Y yo le respondí: ‘¿Pero por qué? ¡Estoy bien! ¡Todo está bien!’”.
La predicción finalmente se cumplió. En los años transcurridos desde su debut en Broadway en 2015 con la producción de Doyle de The Color Purple, Erivo ha pasado de ser una prometedora estrella de teatro a una estrella consolidada con E mayúscula. A sus 38 años, la multifacética artista está solo a un paso de alcanzar el estatus EGOT (como se conoce a los ganadores de premios Emmy, Grammy, Oscar y Tony — Solo le falta el Oscar, a pesar de tres nominaciones). Ha protagonizado prestigiosas series de televisión como The Outsider, Genius y Poker Face; ha rendido homenaje a leyendas musicales en el Kennedy Center; y, más recientemente, consiguió su tercera nominación al Oscar con Wicked, la adaptación de musical más taquillera en la historia del cine.
A lo largo del camino, Erivo no ha perdido de vista lo que realmente es importante para ella, utilizando el poder de su fama para hacer el bien. Cuando salió públicamente como queer en 2022, destacó la importancia de ayudar a “alguna joven actriz negra queer en algún lugar” a sentirse menos sola en la industria. A principios de 2025, recibió el prestigioso premio Stephen F. Kolzak de GLAAD por su continuo compromiso con la visibilidad de la comunidad LGBTQ+. Y en junio, llevará su talento a las celebraciones masivas de WorldPride en Washington, D.C., asegurándose de que todos escuchen su voz, incluidos los políticos que buscan arrebatarle a su comunidad sus derechos.
Para su más reciente trabajo, sin embargo, Erivo decidió usar la misma energía que le pone a su comunidad y los proyectos de otros, y dirigirla hacia sí misma. No subió al escenario ni a la pantalla, sino al estudio de grabación, buscando revitalizar su carrera musical en solitario. El resultado es su revelador segundo álbum, I Forgive You, que sale el 6 de junio bajo los sellos Verve y Republic Records.
En septiembre de 2021, Erivo lanzó Ch. 1 Vs. 1, su álbum debut de música contemporánea para adultos, en el que buscó —y, al reflexionar hoy, piensa que no logró— proporcionar una banda sonora de su vida hasta ese momento. “Nunca sentí que fuera completamente mío”, dice. Relata haber trabajado con un grupo de productores y escritores “encantadores” que aportaron muchas ideas y sonidos nuevos; sin embargo, el proyecto en sí no aprovechó al máximo su destreza vocal. “No sentí que contara una historia uniforme”.
Así que cuando comenzó a pensar en su próximo álbum, decidió empezar desde cero. Siguiendo el consejo de su compañera de Wicked Ariana Grande, Erivo se reunió con Wendy Goldstein, presidenta y directora creativa de Republic Records, para hablar sobre sus puntos fuertes y trazar un camino a seguir. ¿Qué podía hacer Erivo que nadie más pudiera? “Todo sucedió muy rápido a partir de ahí”, recuerda Goldstein sobre su primera reunión.
La respuesta fue simple: el mayor talento de Erivo siempre ha sido su versátil voz, un instrumento que contrasta con su pequeña estatura y le permite crear mundos enteros de intrincadas armonías. Su madre dice que escuchó por primera vez a su hija cantar maravillosamente cuando apenas tenía 18 meses, aunque Erivo ha dicho que reconoció su talento innato alrededor de los 11 años. Tras un breve período estudiando psicología musical en la Universidad del Este de Londres, abandonó sus estudios y se inscribió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres (donde ahora es vicerectora). Después de graduarse en 2010 y pasar tres años actuando en el Reino Unido, Erivo obtuvo un papel destacado en la producción off-West End de The Color Purple en 2013.
“Cualquiera que la vio en esa actuación supo rápidamente que era un talento generacional”, dice Jessica Morgulis, la mánager de Erivo, quien comenzó a trabajar con ella un año antes de que The Color Purple se trasladara a Broadway en 2015. “En todos mis días yendo al teatro, nunca había visto a toda la audiencia levantarse de sus asientos a mitad de una canción para aplaudir”.
Cuando se trató de crear su propia música, Goldstein preguntó por qué Erivo no estaba explotando su mayor fortaleza. “Cuando escuchas la voz de Cynthia, quedas hipnotizado. Sentí que teníamos que liderar con eso”, dice Goldstein. “Hablamos mucho sobre cómo resaltar realmente su voz, usándola como un instrumento con capas y armonías para crear una producción hermosa”.
Eso, dice Erivo, desbloqueó algo en ella. “Wendy es una persona muy singular que simplemente entiende”, dice. “Fue la primera vez que todo se volvió realmente claro. Tener a alguien que entiende quién eres como músico, cantante y artista fue una experiencia completamente nueva para mí en este espacio”.
El proyecto resultante, con la producción ejecutiva de Erivo y su colaborador de mucho tiempo, Will Wells, abarca pop, soul, jazz, disco, góspel y más, con su voz como protagonista. Pero más importante aún, después de una carrera dedicada a interpretar personajes, I Forgive You es simplemente Erivo diciéndole al mundo quién es ella.
“La gente ve una versión muy estereotipada de mí, y hacemos esto con la gente donde los aislamos o los cristalizamos en un espacio y decimos: ‘Ella es solo eso’”, dice. “La gente no me conoce como música de la forma en que me están conociendo ahora”.
Cuando Erivo llega para nuestra conversación, nadie diría que viene de una de las actuaciones más importantes de su vida. Menos de 48 horas antes, cantaba a todo pulmón su balada de próximo lanzamiento “Brick by Brick” y “Purple Rain” de Prince junto al maestro Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles durante una aparición sorpresa en el concierto de la orquesta en Coachella. “Me sorprendió muchísimo la cantidad de público”, admite con entusiasmo. “Fue increíble”.
Aunque Erivo sigue humildemente impresionada por la invitación de filarmónica a actuar ante su mayor público hasta la fecha, su propia reputación la ha precedido desde el principio. “Quiero decir, para cualquiera que le gusten los cantantes, todos nuestros algoritmos estaban llenos de un sinfín de bootlegs de ella cantando a lo grande”, dice el compositor estrella Justin Tranter sobre el debut de Erivo en Broadway, que resultó en un premio Tony.
Pero mientras el mundo estaba atento a las impresionantes interpretaciones de Erivo de “I’m Here” de The Color Purple, ella se encontró concentrada en algo completamente distinto al interpretar a Celie: su sexualidad. “Nunca había explorado mi identidad queer, nunca la había descubierto, comprendido ni aprendido realmente sobre ella”, dice. “Pensé: ‘Oh, puedo interpretar a esta mujer que explora y aprende sobre su propia identidad queer al mismo tiempo que intenta descubrir qué es el amor’. Algo maravilloso sucedió al mismo tiempo: pude hacer lo mismo conmigo misma”.
Erivo había salido del armario con sus amigos y familiares cercanos siendo una veinteañera, pero interpretar a Celie durante dos años comenzó a abrirle las puertas a la posibilidad de salir del armario públicamente, ya que encarnar plenamente la experiencia de una mujer queer ocho veces por semana poco a poco la fue haciendo sentir más segura. “Es como si finalmente tocara tierra”, explica. “Incluso con el trabajo que empecé a hacer, ya sea en un set o en un estudio, me sentí mucho más relajada”.
Con esa nueva sensación de tranquilidad llegó una oleada de proyectos. Tras concluir su carrera en The Color Purple, consiguió sus primeros papeles cinematográficos en Bad Times at the El Royale de Drew Goddard y Widows de Steve McQueen, donde actuó con aplomo junto a estrellas como Viola Davis y Jeff Bridges. Con su papel estelar en Harriet de 2021, Erivo obtuvo sus dos primeras nominaciones al Oscar (a mejor actriz y mejor canción original). De haber ganado, se habría convertido en la persona más joven en obtener el estatus EGOT.
“Qué bonito, ¿no? Estar en esta posición a estas alturas de mi carrera es, en primer lugar, un privilegio, y en segundo lugar, una enorme sorpresa”, dice Erivo sobre su casi EGOT. “Ser una de esas personas que está a punto de siquiera mirar eso a la cara es maravilloso”.
Morgulis atribuye el mérito a la agudeza de Erivo, afirmando que “casi nunca se equivoca” al elegir proyectos y señalando como ejemplo las múltiples actuaciones virales de su cliente en los Kennedy Center Honors, donde Erivo ha rendido honor a Dionne Warwick, Julie Andrews y Earth, Wind & Fire.
“A menudo, los productores de algo así se inclinan por una opción, porque quienquiera que sea el homenajeado tiene alguna canción favorita que quiere escuchar”, dice. “Pero Cynthia se conoce tan bien que dice: ‘Sé que puedo darle a esta persona la mejor interpretación si hacemos esta otra canción’. Y siempre lo logra”.
Sin embargo, a pesar de sus muchos éxitos, Erivo afirma que nada la habría preparado para el fenómeno cultural que fue Wicked. Sabía que la película triunfaría, pero nunca predijo que rompería récords de taquilla y conseguiría la impresionante cifra de 10 nominaciones al Oscar. “Es una locura”, afirma. “Y también es una locura mientras está sucediendo”.
De todos los logros de Wicked, ninguno impactó tanto a Erivo como el éxito inmediato de la banda sonora en las listas de Billboard. Alcanzó el No. 2 en el Billboard 200 (el mejor debut para una adaptación cinematográfica de un musical teatral en la historia del chart), lideró las listas Top Album Sales y Vinyl Albums, y colocó siete canciones en el Billboard Hot 100, con su versión de “Defying Gravity” alcanzando la posición más alta, en el No. 44. “El elenco estaba como: ‘¿Así que ahora solo está en el éter? ¿La gente lo escucha de camino al trabajo?’”, recuerda Erivo. “Es realmente maravilloso”.
La segunda parte de la duología, Wicked: For Good, llegará en noviembre, y Erivo advierte a los fans que no estén familiarizados con el material original que su heroína viridiscente, Elphaba, se adentra en un territorio mucho más oscuro en el segundo acto. “Puede acceder más a su ira”, dice. “El perfume que usaba cambió. El maquillaje cambió. Pequeños cambios que te llevan a una versión más madura de la persona en la que Elphaba se convierte. Y es deliciosa en esta continuación”.
La Bruja Mala del Oeste no es la única que ha cambiado entre los estrenos de ambas películas. Con las excelentes críticas y otra nominación al Oscar por su estelar actuación en el primer acto, Erivo se convirtió en un nombre conocido prácticamente de la noche a la mañana. Esa transición a veces ha resultado aterradora, sobre todo en lo que respecta a mantener su privacidad.
“Creo que ocurre algo interesante: se asume que, por estar en el ojo público, todo es para todos”, explica. “Pero estar en el ojo público no te impide ser un ser humano; simplemente, ahora tienes ojos puestos en ti. No tengo ningún problema en compartir parte de mi vida — siempre que me vean en el escenario, siempre que me escuchen cantar, siempre que me vean actuar, estoy compartiendo. Pero eso no significa que todo sea suyo. Debería poder guardar algo para mí”.
Ese “algo” probablemente incluya su relación visible, pero nunca confirmada públicamente (ni siquiera para esta historia) con la aclamada productora y guionista Lena Waithe. “¿Tampoco querrías que lo compartiera todo? Nadie debería tener que hacerlo, porque entonces, ¿qué queda?”, dice con una media sonrisa. “Una puede estar agradecida, y aún así tener un límite”.
Pero gracias al trabajo preliminar que ha realizado durante la última década, Erivo dice que no se siente desconcertada por su repentino estrellato. “Me alegra haber tenido esos logros antes; es una preparación para lo que pueda venir, y significa que, aquí y ahora, no siento que me vaya a arrastrar”, dice. “Muchos tememos que, si esto sucede, nos perdamos un poco. Pero todavía me siento yo misma”.
Hay un momento en “Play the Woman”, una de las primeras canciones destacadas de I Forgive You cercana al R&B, en el que Erivo aborda un tema inexplorado hasta la fecha en su carrera: el deseo descarado. “Podría recorrer con estas manos el mapa de tu columna vertebral/ Sentir cómo tu calor contra la punta de mis dedos podría acelerarme la sangre”, canta en el precoro antes de florecer con su falsete brillante: “¿Podrías interpretar a la mujer para mí?/ Despacio, porque me gusta lo que veo”.
Erivo llevaba mucho tiempo deseando explorar la sensualidad como actriz. Pero cuando los papeles no se materializaron, decidió tomar cartas en el asunto. “La verdad es que, como mujer negra, rara vez se tiene esa oportunidad”, dice. “Así que pensé: ‘Bueno, si no lo pongo en mi propia música, nunca podré ponerlo en ningún otro lugar’”.
Ese espíritu se refleja en I Forgive You, donde Erivo rompe con las convenciones que la industria en general construyó en torno a su carrera en constante crecimiento, mientras da voz a las partes de sí misma que antes temía revelar en público. Ya sea ofreciendo una reflexión vibrante sobre las dudas en “Replay” o cantando una balada etérea sobre finalmente encontrar la conexión después de años intentándolo en “I Choose Love”, Erivo pone todas sus cartas sobre la mesa.
“No me dio miedo escribirlo porque realmente no supe cómo hacerlo de otra manera. Tenía que salir”, explica. “Lo que me dio miedo fue prepararme para compartirlo. Cuando algo es personal, esperas que la gente entienda que tu humanidad existe y que no están escuchando solo historias aleatorias que surgen de la nada”.
Al entrar a las sesiones con Erivo, Tranter ya era consciente de que tenía una de las mejores voces de la industria. Lo que pronto descubrieron fue su gran capacidad como compositora. “Es una auténtica visionaria, sabe lo que hace”, dice Tranter. “Ni siquiera me sorprendió, es solo que el mundo no la conoce así. Uno no sabe qué esperar cuando alguien como Cynthia aún no ha podido revelar todo su talento”.
Ese es un tema recurrente en la carrera de Erivo: uno de los principales obstáculos a los que se enfrentó mientras trabajaba en su álbum debut fueron los ejecutivos discográficos, que no estaban seguros de cómo aprovechar su talento o promocionarla. Recuerda que uno le dijo: “Puedes cantar de todo, y no sabemos qué hacer contigo”. ¿Su respuesta? “Entonces, ¿por qué no lo probamos todo?”, recuerda. “Si puedo hacerlo, ¿por qué no intentarlo?”
Es una frase recurrente en Morgulis. Dado que las aspiraciones de su cliente abarcan múltiples ámbitos del entretenimiento, la mánager afirma que es vital para ella ayudar a Erivo a mantener el control de los proyectos en los que trabaja. “Esa conversación de no encasillarla y, sobre todo, no permitir que otros la encasillen, se está dando en todos los niveles de su equipo”, afirma Morgulis. “Ese acto por sí solo envía un mensaje a la industria sobre quién es ella y hacia dónde va”.
Y recientemente, Erivo ha aplicado esa filosofía al hablar de su identidad. Tras aparecer en la portada de la revista British Vogue en 2022, asumió una posición poco común en la industria del entretenimiento como una mujer negra queer ante el ojo público, una plataforma que se toma muy en serio.
Su decisión de salir del clóset, dice Erivo, tuvo menos que ver con su propio sentido de autorrealización y más con el profundo cariño que siente por su comunidad. “Creo que buscaba activamente a quienes se animaran a ser más ellos mismos”, dice. “No puedo cambiar la opinión que alguien tiene de mí; si quieren sentirse de alguna manera, no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Pero estaba tan emocionada de poder ser al menos una cara más ante la que alguien pudiera decir: ‘Dios mío, ella lo logró y todavía puede hacerlo. Sigue creando, sigue haciendo. Así que tal vez yo también pueda hacer lo mismo’”.
En retrospectiva, Erivo afirma que no sintió ningún temor por su decisión de salir del clóset y que no notó ningún cambio significativo en los papeles que consiguió ni en la retroalimentación que recibió por sus actuaciones. “Quizás fui ingenua y no le presté atención, porque estoy segura de que hubo resistencia”, confiesa.
La única excepción notable se produjo a principios de 2025, cuando el Hollywood Bowl anunció que Erivo interpretaría el papel principal de su próxima producción de tres noches de Jesus Christ Superstar. Como era de esperarse, surgió una ola de indignación conservadora ante la idea de que una mujer negra queer interpretara a Jesucristo, acusando a la actriz y a la propia producción de “blasfemia”.
Erivo no puede evitar reír. “¿Por qué no?”, pregunta encogiéndose de hombros, antes de añadir que la mayoría de esos comentarios no parecen comprender la perspectiva crítica del musical de Andrew Lloyd Webber. “No se puede complacer a todo el mundo. Es legítimamente una función de tres días en el Hollywood Bowl donde puedo cantar a todo pulmón. Así que ojalá se den cuenta de que, ‘Oh, es un musical, el lugar más gay del mundo’”.
Para Erivo es fácil desestimar a una minoría que critica el mero anuncio de su participación en una función de temporada limitada; se vuelve mucho más difícil cuando la conversación gira en torno a la política. Como muchos, ha visto con horror cómo el gobierno del presidente Donald Trump ha intentado despojar de derechos y protecciones federales a las personas queer y trans en todo el país mediante una oleada de órdenes ejecutivas.
Erivo no pretende tener todas las respuestas. “Trato de ser una persona de la que se puedan sacar cosas positivas, porque es la única manera de equilibrar esto”, dice con un suspiro. Pero cuando piensa en algo como la toma “anti-woke” del Kennedy Center por parte de la actual administración —el lugar donde ha ofrecido algunas de sus actuaciones más icónicas hasta la fecha—, no puede evitar sentir pavor. “No sé quién gana qué con esto. Espero que se recupere”, dice. “Es muy triste tener que ver que pase esto. Se supone que el Kennedy Center es un espacio de creatividad, arte y música para todos”.
Sin embargo, Erivo se niega a dejar que ese miedo domine sus acciones. Es parte de la razón por la que, durante el Mes del Orgullo, actuará como cabeza de cartel en el concierto de clausura del WorldPride en Washington, D.C., junto a Doechii. “Quiero animar a la gente a no esconderse, a no ocultarse y ya no ser ellos mismos, porque eso es exactamente lo que ellos quieren”, dice. “Cuanto más seas tú mismo, cuanto más te presentes frente a personas que no necesariamente te entienden, mejor te comprenderán”.
Tranter señala ese sentimiento como un ejemplo perfecto de por qué Erivo se ha convertido en una voz tan poderosa en la industria del entretenimiento. “Que Cynthia sea negra y queer, y una de las personas más famosas del momento, mientras nuestra comunidad lidia con lo mismo que nosotros, no es casualidad”, afirma. “Que alguien tan talentosa como ella sea un referente para la juventud negra queer de todo el mundo, que participe en la película más exitosa y lance un álbum magnífico y poético en este momento no es casualidad”.
Es evidente que Erivo se exige un nivel increíblemente alto. Mientras Morgulis enumera la agenda de la cantante para los próximos meses —finalizar el rodaje de la próxima adaptación cinematográfica de Children of Blood and Bone, conducir la ceremonia de los Premios Tony 2025 y ofrecer al menos seis conciertos en solitario por todo el país, entre muchas otras obligaciones—, debe tomarse un respiro. “Es mucho”, dice. “Pero ella puede hacerlo”.
Y hoy, la cantante no cae en el perfeccionismo. Incluso con una carrera tan afortunada como la suya, sabe que no puede serlo todo para todos. “Solía decir: ‘No quiero cometer errores. No quiero equivocarme en nada’”, recuerda. “A lo que me inclino es a intentar ser la mejor versión de mí misma, y punto. Y espero que la mejor versión de mí sea suficiente para quienes la deseen”.
*Esta historia se publicó originalmente en Billboard Español.