En un mundo donde los adelantos suelen filtrarse con antelación, Romeo Santos y Prince Royce lograron trabajar durante siete años en conjunto sin que nadie sospechara.
En una era donde cualquier demo puede filtrarse en cuestión de segundos y los rumores vuelan más rápido que los anuncios oficiales, Romeo Santos y Prince Royce lograron lo impensable: grabar un álbum en conjunto durante años, en silencio absoluto, sin que una sola nota se escapara. Better Late Than Never, el LP de 13 canciones que verá la luz el próximo 28 de noviembre.
Las raíces de este álbum se remontan a 2017, cuando grabaron el primero de tres intentos fallidos que nunca verían la luz. Cada versión descartada fortaleció la decisión de no presentar nada hasta que ambos sintieran una química auténtica. En palabras de Royce, “creo que hoy en día mucha gente no tiene la paciencia y yo fui siempre muy paciente. Yo no soy de rendirme fácilmente y definitivamente él tampoco”.
Pero lo sorprendente no es el tiempo, sino cómo mantuvieron el proyecto enterrado incluso mientras trabajaban activamente en él. “En ese mundo de la privacidad, yo soy experto”, admitió Santos en entrevista exclisiva con Billboard Español. Y lo demostró.
Nada de estudios comerciales, nada de horarios expuestos. La regla era simple, todo debía suceder en espacios controlados. Sesiones en la casa de Santos en Nueva York, grabaciones durante vacaciones en villas privadas, encuentros en el hogar de Royce. La tecnología y la absoluta discreción fueron aliadas.
Así evitaron técnicos adicionales, empleados externos o filtraciones internas. Un círculo cerrado, donde muy pocas personas en la disquera sabían siquiera que el álbum existía.
Mientras avanzaban en secreto, Santos y Royce subían fotos y videos juntos a redes como si fueran simples amigos pasando el rato. La audiencia terminó por normalizar este tipo de publicaciones, sin imaginar que detrás había un álbum entero.
Hasta los detalles logísticos se codificaron. Para coordinar videoclips, hablar con directores y diseñar agendas, usaban los alias “Batman y Robin“. Royce, incluso, lo llamaba internamente el Bora Project. Un lenguaje en clave que mantuvo desconectado al equipo externo del propósito real.
El inicio de la promoción del disco también empezó de manera discreta, el 31 de octubre, disfrazado de Ace Ventura en Halloween, Santos reveló en Instagram un nuevo álbum con fecha del 28 de noviembre. Los fans asumieron que era un álbum solista. Nadie imaginó que estaba por anunciar el junte más esperado de la bachata moderna.
La confirmación llegó con un listening party sorpresa para el 26 de noviembre en el Madison Square Garden, que reunió a miles de fans que aún creían que se trataba de un proyecto en solitario.
Ahora solo queda esperar un par de días más para poder escuchar Better Late Than Never, un proyecto en el que, en palabras de Romeo Santos, “no hay protagonismo” solo la fusión de dos estilos que han marcado la bachata contemporánea.
Ver esta publicación en Instagram
