Elena Rose, la compositora estrella que ahora hace sus propios éxitos cantándole al amor

La cantautora venezolana, detrás éxitos como “Orion”, hoy le apuesta a su propia música con su mensaje de amor propio y espiritualidad.
A sus 30 años, Elena Rose se da el lujo de tener su nombre escrito en la historia de la música como primera y –hasta ahora– única mujer nominada como Compositora del Año en los Latin Grammy, durante su edición del 2023.
La cantautora venezolana ha colaborado con grandes talentos de la industria como Karol G, Bad Bunny, Marc Anthony o Romeo Santos y está detrás de éxitos mundiales como “Khé?” de Rauw Alejandro con Romeo Santos o ”MAMII”, de Becky G con Karol G, que llevan su nombre como compositora. Pero hoy, también ha construido una estrecha relación con el micrófono con el que empieza a pisar los escenarios del mundo.
Su nombre como cantautora empezó a darse a conocer por su hit viral “Orión”, junto al talento panameño Boza, donde exploró los sonidos del afrobeat y, posteriormente, en una línea más pop con “Me Lo Merezco”. Una canción que se convirtió en una especie de himno para el amor propio, con el que miles de personas se conectaron.
Elena Rose también reconoce que haber forjado un camino como compositora fue la mejor escuela para poder aventurarse en su faceta como cantautora: “haber trabajado en la industria de otra manera, tener la oportunidad de compartir con artistas y creativos que han sido mis maestros, ha hecho que el día de hoy yo pueda realmente abrazar mi mensaje aún más, tener una identidad muy clara de quién quiero ser en la industria y para la gente que me escucha”.
Entre sus mayores claridades está la identidad de su música, el mensaje que quiere llevar con ella, ya que a través de la letra de sus canciones se ha dedicado a cantarle al amor propio, en tiempos donde cada vez más personas se abanderan con propiedad sobre este tema: “la sensibilidad, el poder ver el amor y la inspiración en todo lo que me rodea, y sentirme libre de amar, sin miedo de ser yo misma, eso es algo que yo siempre quiero transmitir. No solo en mi música, sino que también a las personas que están en mi vida… Yo siento que Dios me regaló un don que puedo transmitirlo a las personas, incluso a aquellas que nunca he visto o he conocido personalmente y reconozco esa responsabilidad”, explica.
Es precisamente esa responsabilidad la que hace que las letras de sus canciones cobren sentido y un significado mayor, ya que asegura que como artista es consciente del “poder de la palabra” y lo que la música puede llegar a influir en las personas que la escuchan. Por eso se esfuerza porque sus letras “lleguen realmente al corazón de las personas”.