‘Oral Fixation, Vol. 2’: el álbum con el que Shakira le enseñó al mundo que “en Barranquilla se baila así”

Concebido como el complemento anglo de Fijación Oral, Vol. 1, el disco marcó su salto definitivo al mercado internacional y dio vida a “Hips Don’t Lie”

Hace veinte años, Shakira tomó una decisión que cambiaría para siempre la historia del pop mundial: lanzar su primer álbum íntegramente en inglés, un proyecto ambicioso que la llevó de ser una superestrella latinoamericana a convertirse en un icono global. 

Tras un lanzamiento inicial que no incluía el mayor éxito del disco, Shakira le pidió a su disquera detener la distribución para incluir así la legendaria colaboración con el haitiano Wyclef Jean. Hoy, dos décadas después, el mundo sigue moviéndose al ritmo de “Hips Don’t Lie”, el himno con el que la barranquillera mostró cómo se baila en su tierra y con el que conquistó, sin vuelta atrás, al planeta entero.

En 2005, Shakira ya era una figura consolidada en el ámbito hispanohablante. Pies Descalzos, Donde Estan Los Ladrones y Servicio De Lavandería la habían situado como una de las artistas más potentes de la música latina. Pero aún faltaba dar un paso definitivo: conquistar el mercado anglo sin perder su sello ni su raíz costeña.

Ese desafío tomó forma con el proyecto dual Fijación Oral, Vol. 1 (en español) y Oral Fixation, Vol. 2 (en inglés), su “tesis de grado”, como ella misma lo describiría más tarde. Juntos, ambos álbumes condensaban sus obsesiones sonoras, su identidad artística y su visión del pop moderno.

Mientras la primera parte mantenía un ADN profundamente latino, la segunda fue diseñada para expandir su alcance: pop rock, dance pop, electrónica suave, texturas trip hop y ese toque del Caribe colombiano que Shakira jamás dejó atrás. El resultado fue un disco que debutó en el No. 5 del Billboard 200 y superó los ocho millones de copias vendidas en su primer año.

Oral Fixation Vol. 2 tuvo dos salidas al mercado. La primera vino con la producción de Rick Rubin, cerebro detrás de grupos como Red Hot Chili Peppers o Beastie Boys. Esa edición arrancó con “Don’t Bother”, que alcanzó el No. 42 de Hot 100. Sin embargo, el segundo impulso llegó casi por accidente.

Shakira ha contado en varias ocasiones que “Hips Don’t Lie” estuvo a punto de quedarse por fuera del disco. La idea surgió después de que Wyclef Jean le mostrara un tema originalmente compuesto para la película Dirty Dancing 2, y ambos decidieron darle una nueva vida. La colaboración fluyó, nació la canción… pero Oral Fixation, Vol. 2 ya estaba distribuido.

“Tuve un sueño rarísimo con Wyclef”, recordó Shakira recientemente en una entrevista con Jimmy Fallon. “A la mañana siguiente, mi manager me llamó para decirme que Wyclef quería trabajar conmigo. Yo no lo podía creer. Volvimos a editar el álbum y eso cambió mi historia”.

El relanzamiento del disco, ahora con “Hips Don’t Lie”, lo transformó todo. El tema se disparó al número uno en más de 55 países, se convirtió en la canción más vendida de 2006 y selló el ascenso definitivo de Shakira a icono del pop global. Su presentación junto a Wyclef en la final del Mundial de Alemania 2006 fue la coronación de un fenómeno global.

Más allá del hit imparable, el álbum reunió colaboraciones históricas. En “The Day and the Time” Shakira trabajó junto a Gustavo Cerati, en una de las piezas que puede ser considerada como una de las más subestimadas de su carrera. Y en “Illegal”, tercer sencillo del disco en Europa, sumó a Carlos Santana.

Ambas colaboraciones evidencian el calibre artístico del proyecto: Oral Fixation, Vol. 2 no era solo pop anglosajón; era un puente entre continentes, géneros y visiones.

20 años después, Shakira revive “Hips Don’t Lie”

En pleno 2025, Shakira vive otro momento dorado gracias al éxito de su tour Las Mujeres Ya No Lloran, donde interpreta con la misma euforia de hace veinte años “Hips Don’t Lie”. Para celebrar el aniversario, incluso lanzó una nueva versión del clásico junto al barranquillero Beéle y Ed Sheeran, acercando el tema a sus nuevas audiencias. 

20 años después, Oral Fixation, Vol. 2 sigue siendo un testimonio de creatividad y visión global. Fue el disco que le enseñó al mundo cómo se baila en Barranquilla, cómo suenan las fusiones latinas en manos de una artista sin miedo al riesgo y cómo una colombiana con identidad sólida podía cambiar para siempre la historia de la música pop. Shakira no solo cruzó un puente: lo construyó para quienes vinieron después.