El álbum, inspirado en un exintegrante con problemas de adicciones, también es recordado por canciones como “Wish You Were Here” o “Shine On Your Crazy Diamond”
Wish You Were Here es el noveno disco de estudio de la banda inglesa de rock Pink Floyd. Se grabó entre el 13 de enero y el 28 de julio de 1975, y se lanzó el 12 de septiembre de ese mismo año. Para los integrantes del grupo, este álbum representó un proceso complicado; de hecho, marcó el inicio del declive de la formación bajo el liderazgo de Roger Waters.
En relación con esto, en una entrevista en video para promocionar la reedición de Wish You Were Here Immersion Box Set, el guitarrista y co-vocalista David Gilmour admitió que The Dark Side Of The Moon, de 1973, había dejado a la banda “atrapada creativamente”. Así mismo, el bajista y co-vocalista Roger Waters explicó que el concepto de Wish You Were Here consistía en trabajar “con gente que sabes que ya no está ahí”. Por su parte, el baterista Nick Mason bromeó en Capital Radio diciendo que “realmente deseaba no estar allí”. En definitiva, este álbum fue un presagio de la gran ruptura de Pink Floyd.
Por otro lado, Storm Thorgerson, diseñador de los álbumes de Pink Floyd, relata en su libro Mind Over Matterque Wish You Were Here fue una historia distinta. Según él, las intensas discusiones con la banda, la concentración interna y la repetida exposición a la inquietante “Shine On You Crazy Diamond” llevaron a un tema central: la ausencia.
Esta idea, además, se personificó de manera impactante con la inesperada aparición de – su anterior cantante – Syd Barrett en Abbey Road, durante la grabación de los coros de «Shine On», una canción dedicada a él. Tras seis o siete años sin verlo, Barrett apareció con un aspecto desmejorado y desconcertante – luego de años de consumo de LSD –, preguntando torpemente si podía ayudar. Su presencia, marcada por su evidente ausencia emocional, conmovió profundamente a Waters y Gilmour, mientras los demás quedaron atónitos.
El álbum avanza de manera gradual, dejando que las texturas de jazz en “Shine On You Crazy Diamond”, revelen su línea melódica. El track se había ampliado hasta alcanzar unos veinte minutos e incorporaría pasajes instrumentales más largos, coros de The Blackberries y un solo de saxofón de Dick Parry. Con lo que el disco parece transmitir una sensación más cálida.
Desde el punto de vista musical, muestra la interacción del grupo, que especialmente se acentúa con los solos de David Gilmour. Si bien cuenta con pocas canciones en sentido estricto, sus extensos y elaborados ambientes sonoros mantienen el interés de manera constante. Entre ellas pueden destacarse “Welcome To The Machine”, acerca de la condición humana, la sarcástica “Have a Cigar”, famosa por su inmortal frase “Oh by the way, which one’s Pink?”, que no es cantada por Waters ni Gilmour, sino por Roy Harper, quien no era miembro de la banda. Y, por supuesto, la imprescindible canción que da título al álbum, “Wish You Were Here”, en su comienzo se aprecia una pequeña muestra de “La Cuarta Sinfonía” de Tchaikovsky.
En cuanto a la portada del álbum, Storm Thorgerson quiso reflejar la ausencia de Barrett en la portada del disco con una foto de dos hombres de negocios dándose la mano, uno de ellos envuelto en llamas. Como no se usaban imágenes digitales, el especialista Ronnie Rondell (falleció el pasado 12 de agosto) usó ropa incombustible para la escena, pero el viento le quemó el bigote durante la toma. El proyecto, que costó 50.000 libras, incluyó varias fotos creativas tomadas en Los Ángeles y duró dos meses. Después, Thorgerson cubrió todo el paquete con plástico retráctil.
Para celebrar estos 50 años, Pink Floyd lanzará a final de año una edición en formatos variados: 3 LP, 2 CD, Blu-Ray, digital y caja de lujo. Dependiendo de la versión, se encontrarán mezclas en Dolby Atmos por el ingeniero James Guthrie, rarezas, temas en vivo del concierto de Los Ángeles Sports Arena de 1975 y de Wembley de 1974, libro con tapa dura, fotos inéditas, un afiche del show en Knebworth, videos y un documental.
Finalmente, Wish You Were Here fue el primer álbum de Pink Floyd que encabezó las listas de álbumes tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, con apenas una semana de diferencia en 1975. En el Billboard 200, alcanzó el puesto No. 1 y permaneció un total de 46 semanas en lista.