Con “Shot In The Dark” liderando los listados, en 2020 el grupo australiano conquistó Billboard gracias al éxito arrollador de este álbum.
Al finalizar la gira mundial Rock or Bust en septiembre de 2016, AC/DC parecía haber llegado a su final. En ese momento, Malcolm Young luchaba contra la demencia que lo había obligado a retirarse, Phil Rudd enfrentaba problemas legales en Nueva Zelanda, Brian Johnson había dejado los últimos conciertos por una pérdida auditiva — reemplazado temporalmente por Axl Rose — y Cliff Williams anunció su retiro.
Después de ese difícil periodo, pasaron seis años desde su último trabajo discográfico Rock Or Bust, que se publicó en un mes de noviembre. Coincidencialmente, la agrupación australiana AC/DC presentó, el 13 de noviembre de 2020, su nuevo proyecto Power Up.
Este material, el decimoséptimo álbum de estudio de la banda originaria de Melbourne, representó un contundente regreso, además de la esperada reunión de su formación clásica: Brian Johnson en la voz, Angus Young en la guitarra líder, Cliff Williams en el bajo, Phil Rudd en la batería y Stevie Young en la guitarra rítmica.
Además, el álbum fue grabado en The Warehouse Studio en Vancouver, Columbia Británica, el estudio propiedad de Bryan Adams y el mismo lugar donde AC/DC había registrado varios de sus discos anteriores.
Por otra parte, las sesiones principales se desarrollaron durante unas seis intensas semanas entre agosto y septiembre de 2018, bajo la producción de Brendan O’Brien (Stone Temple Pilots, Pearl Jam, Rage Against The Machine, Mastodon, Incubus) y con Mike Fraser a cargo de la ingeniería y la mezcla.
Posteriormente, en 2019, se realizaron algunos trabajos adicionales y retoques en Los Ángeles antes de que el álbum quedara completamente finalizado. Según Fraser y otros miembros del equipo, el disco estaba prácticamente terminado mucho antes de su lanzamiento oficial a finales de 2020.
De acuerdo con Mike Fraser, la grabación se completó hacia octubre de 2018, pero su publicación se retrasó debido a decisiones de programación y a los efectos de la pandemia de COVID-19, por lo que el lanzamiento mundial se concretó finalmente en noviembre de 2020.
En cuanto a las composiciones, todas están firmadas por Angus y Malcolm Young, reflejando la esencia creativa que ambos compartieron durante décadas. Angus retomó riffs, ideas y fragmentos musicales que habían trabajado juntos antes del fallecimiento de Malcolm en 2017, transformándolos en nuevas canciones que mantuvieran vivo su legado. De hecho, en los comunicados oficiales de la banda, Angus Young explicó que este proyecto fue concebido como una forma de rendir homenaje a su hermano, al afirmar que el disco es, en sus palabras, una verdadera dedicatoria a Malcolm.
En términos de recepción, el álbum Power Up alcanzó el número uno del Billboard 200 el 28 de noviembre de 2020, repitiendo el éxito que la banda había logrado doce años antes con Black Ice en 2008. Su lanzamiento marcó un nuevo hito en la carrera de AC/DC, consolidando su vigencia en la escena del rock mundial.
Por otra parte, el primer sencillo, “Shot In The Dark”, se lanzó a nivel global y dominó los listados especializados de Billboard durante 2020. Ocupó el puesto número uno en Hot Hard Rock Songs durante seis semanas consecutivas y lideró el Mainstream Rock Airplay por cinco semanas seguidas. Además, alcanzó el número 12 en Hot Rock Songs y Hot Rock & Alternative Songs, y el número 3 en Rock Alternative Airplay, confirmando su impacto en múltiples formatos.
De manera simultánea, el 28 de noviembre de 2020, varios temas del álbum ingresaron al Top 20 del listado Hot Hard Rock Songs, entre ellos “Realice”, “Demon Fire”, “Through the Mists of Time”, “Kick You When You’re Down” y “Rejection”. Este hecho reflejó la enorme acogida del disco y la fuerza con la que AC/DC volvió a los primeros lugares de la música rock.
En definitiva, desde el punto de vista musical, el álbum mantiene el sonido característico de AC/DC: rock duro impulsado por potentes riffs de guitarra, una base rítmica sólida y la inconfundible voz de Johnson. La crítica describió el álbum como un regreso revitalizado, fiel al espíritu de Back in Black y High Voltage, y una demostración de la coherencia que la banda ha mantenido a lo largo de las décadas.
